sábado, 29 de agosto de 2015

Colaboración: El juego heurístico


(Imagen extraída de: www.aarp.org )

Esta semana he colaborado en el blog de Espacio Perinatal con una pequeña entrada en la que os explico qué es el juego heurístico. 

¿Queréis saber más?

Podéis leerla aquí:

http://www.espacioperinatal.com/el-juego-heuristico/

martes, 25 de agosto de 2015

El sostén emocional en bebés


Hoy en el blog colabora con este artículo Liliana M. Lund. Liliana es psicóloga especializada en Psicología Perinatal, podéis visitar su web Espacio Perinatal.





Desde el nacimiento los bebés poseen la capacidad de relacionarse socialmente pero para poder desarrollarla necesitan de un cuidador primario que esté disponible para establecer ésta relación social. 
 
El bebé nace en un estado de indefensión tal que para sobrevivir, constituirse en ser humano y desarrollar su potencial genético necesitará de otras personas que le provean todo aquello que es necesario, dado que no puede hacerlo por sí mismo. Las experiencias afectivas con sus cuidadores primarios en los primeros años de vida tienen una enorme influencia en el desarrollo cognitivo, social y emocional estando íntimamente relacionados.
Podemos decir entonces, que para que pueda constituirse la subjetividad, ésta depende del desarrollo de lo intersubjetivo. Dicho de otra forma nos constituimos en nosotros mismos en relación con los otros. 
 
Éste sostén permite que se construya entre el bebé y las personas encargadas de su crianza un vínculo lo suficientemente fuerte como para que se den las condiciones propicias para la satisfacción de todas sus necesidades. El sostén emocional se da dentro de un vínculo estable, un vínculo de apego, con los cuidadores primarios. Este vínculo se establece desde el momento del nacimiento y permite construir un lazo emocional íntimo con ellos. Un vínculo estable, es cotidiano y previsible, y en los primeros tiempos, con la presencia central de una o más personas que se ocupen de la crianza del bebé. Lo estable y lo previsible en el vínculo con sus cuidadores le permiten al niño construir una relación de apego seguro. 
 
La necesidad de ser sostenido emocionalmente por otro y la búsqueda e interés en la relación humana son rasgos de salud mental que el niño manifiesta desde el comienzo de su vida. 



Liliana M. Lund 
 
www.espacioperinatal.com

miércoles, 19 de agosto de 2015

¿Qué es la dieta sensorial? II

(Imagen extraída de: www.eneso.es)




Si bien habitualmente suelo escribir un post semanal esta vez voy a hacer una excepción.
Mi post de ayer tuvo mucho éxito y a raíz de él me han escrito varias Terapeutas Ocupacionales a lo largo de la mañana. Estoy muy contenta por las felicitaciones que he recibido de su parte. Si bien la primera que me contactó, a través de Facebook, lo hizo para comentarme que mi artículo de ayer podía dar lugar a error con respecto a lo que su trabajo supone, así pues, he decidido completar la información con este artículo donde os explicaré qué es la dieta sensorial a nivel de terapia, así como unos breves apuntes para que comprendáis qué son los trastornos de integración sensorial...

¿Qué son los Trastornos de Integración Sensorial?

Imaginaos nuestro cerebro como un entramado de carreteras y autopistas por las que corre la información. El Sistema Nervioso Central es el guarda de tráfico, que se encarga de enviar los distintos estímulos a su destino correcto, así como de evitar atascos, momentos en los que la información sobresatura una zona concreta y no puede avanzar al ritmo necesario.

Nuestro cerebro modula los estímulos sensoriales para indicarnos si son leves, medios o fuertes y los envía al lugar correcto para que nuestra respuesta a ellos sea la adecuada. Cuando se produce un fallo en este proceso nos encontramos ante un Trastorno de Integración Sensorial.

Existen varios tipos de trastornos, por híper o hiporespuesta. Asimismo, las personas con TEA tienen trastornos de procesamiento sensorial que les impiden conectar adecuadamente con el mundo que les rodea, por lo que se ven muy beneficiados al recibir este tipo de terapia, que además de ser (en mi opinión) mucho más respetuosa para con el individuo que técnicas conductistas como el ABA, es más efectiva por trabajar con el fondo del asunto y no simplemente con la superficie: les ayuda a modular sus sensaciones y a conectar en vez de darles herramientas para que parezca que lo hacen.

Por lo tanto...

¿Qué significa el concepto de Dieta Sensorial aplicado a la terapia?

Al igual que todos llevamos una dieta alimenticia -que puede ser mejor o peor en cada caso pero que diseñamos nosotros mismos- y que cuando surgen problemas de salud acudimos al especialista (gastroenterólogo, endocrino o nutricionista) que nos indica una dieta especializada para nosotros que nos ayudará a restablecer nuestra salud, cuando una persona presenta un Trastorno de Integración Sensorial debe acudir al especialista. En este caso acudirá a un Terapeuta Ocupacional especializado en Integración Sensorial, que diseñará una dieta sensorial específica para él o ella, adecuada a sus necesidades únicas, que seguirá tanto en sus sesiones semanales de terapia como en casa, a través de indicaciones que el terapeuta dará a sus padres para el día a día.

Por lo tanto, cuando se presenta un Trastorno de Integración Sensorial será la Terapeuta Ocupacional quien diseñe una dieta específica para el afectado, que servirá para "enseñar" a su cerebro a modular sus respuestas a los distintos estímulos. Esta terapia, además, se hace al ritmo del niño, siguiendo sus intereses y a través del juego, por lo que además de muy efectiva es muy divertida (o precisamente por ello).

martes, 18 de agosto de 2015

¿Qué es la dieta sensorial?

(Imagen extraída de: lolasabe.com)
 
 
 
 
Estamos familiarizados con el concepto de dieta a nivel alimenticio. Si bien en el habla común se suele utilizar el término dieta para designar a la hipocalórica, todos sabemos que hace referencia a la cantidad, calidad y variedad de alimentos que se ingieren, existiendo multiples dietas: hipercalórica, vegetariana, mediterránea, paleo-dieta, etc.
Sin embargo, poca gente está familiarizada con el concepto de dieta sensorial, a pesar de la enorme importancia que ésta tiene sobre el desarrollo de los más pequeños. La dieta sensorial se refiere a la cantidad, calidad y variedad de estímulos sensoriales que recibimos.
 
Los estímulos sensoriales pueden ser externos (aquellos que percibimos a través de la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto) o internos (de los que nos informan nuestros sistemas propioceptivo y vestibular). Nos comunican información acerca de nosotros mismos y del mundo que nos rodea, son el canal a través del que percibimos la realidad.
 
Una pobre estimulación sensorial durante los primeros años de vida puede llevar a los niños a desarrollar un tipo concreto de Trastorno de Integración Sensorial, los convierte en buscadores de estímulos extremos, pues su sed por ellos se vuelve incansable al no haber recibido suficientes en su primera infancia, por lo que a menudo acaban etiquetados como hiperactivos.
 
Del mismo modo, la sobreestimulación es muy perjudicial para el desarrollo cerebral de nuestros hijos. Cuando se mantiene durante largos períodos de tiempo resulta tan dañina como la anterior, pues les somete a un fuerte estrés, su cerebro segrega grandes cantidades de cortisol y esto afecta gravemente a la formación de las conexiones neuronales.
 
Está en nuestra mano crear una dieta sensorial adecuada para nuestros hijos, ofreciéndoles una gran variedad de estímulos que les permitirán conocer un amplio y rico mundo de sensaciones, así como afinar sus sentidos al máximo, pero evitando que se sobreestimulen, sacándolos del ambiente nocivo para sus sentidos, cortando la actividad cuando se vuelve excesiva y ofreciéndoles un ambiente seguro y calmado en el que desarrollarse.
 

miércoles, 12 de agosto de 2015

Historias de los Nursery Rhymes II: Humpty Dumpty

(Imagen extraída de: quarterclipart.com)
 
 
Hoy continúo la serie de artículos sobre los Nursery Rhymes contandoos la historia de Humpty Dumpty, su canción dice así:
 
Humpty Dumpty sat on a wall,
Humpty Dumpty had a great fall,
All the King's horses and all the King's men,
Couldn't put Humpty together again.
 
Vamos, que el pobre Humpty se subió a un muro, se callo y se rompió enterico.
 
Esta canción data de 1810 y forma parte de las rimas de Mother Goose. Cuando fue publicado no era una canción sino un acertijo: su nombre, Humpty Dumpty, era un juego de palabras, pues en la jerga de la época significaba "torpe", y se trataba de descubrir qué era Humpty para acabar así de roto por caerse de un muro, pues a una persona no le sucedería.
 
Más tarde, no quedaba nadie en el mundo anglosajón que no supiera ya que era un huevo, así que se reconvirtió en la canción que hoy conocemos.
 
Como curiosidad, Humpty aparece en "A través del espejo y lo que Alicia encontró allí", la continuación de "Alicia en el País de las Maravillas" que Lewis Carroll publicó en 1871. Su nombre en castellano se tradujo como Zanco Panco.

miércoles, 5 de agosto de 2015

Los motores del aprendizaje

(Imagen extraída de: www.labebeteca.com)


Existen tres motores principales que nos mueven a aprender: la curiosidad, la pasión y la imitación. Nacemos con ellos, estamos predispuestos a aprender, nos encanta... 
 
El sistema educativo actual, que nació en la Prusia del s. XIX con el objetivo de crear mejores soldados y trabajadores para las fábricas con cadenas de montaje, capa estos motores, puesto que no busca convertir a los niños en librepensadores que deseen aprender, llegar al fondo de todo aquello que les interese, disfrutar del conocimiento; busca crear esclavos que obedezcan órdenes externas, que las acaten sin plantearse nada, que sean incapaces de levantarse ante una injusticia, que piensen poco, lo justo para llevar a cabo tareas tediosas, repetitivas e impuestas externamente, en un horario fijo y sin salirse nunca del camino marcado.
 
Conozcamos un poco más a fondo cada una de estas cualidades:
 
La curiosidad:
 
El ser humano es curioso por naturaleza. Los bebés y niños pequeños se fijan en todo aquello que les rodea, pueden dedicar un largo tiempo a observar una mariquita, una hoja o una mota de polvo, analizándolas, su larga lista de "por qués" nunca acaba, pues siempre que conocen algo nuevo sienten el impulso de llegar hasta el fondo del asunto... quieren saberlo todo. Si no se les limita su tiempo de observación libre, si se les contesta a sus preguntas con información real y dada con cariño y buen humor, los niños mantienen intacta esta curiosidad que les llevará a seguir buscando el conocimiento durante toda su vida.  
 
La pasión:
 
La pasión es muy importante. Cuando un tema nos apasiona de verdad podemos dedicarle incontables horas, no nos cansa, no nos aburre, no nos agota. Aprender con pasión es placentero, es buscado, es inherente, no impuesto desde el exterior. Si queremos fomentar la pasión de nuestros hijos y educandos por el conocimiento debemos apoyarles y acompañarles en sus procesos de descubrimiento, ilusionándonos con ellos, presentar los temas como lo que son: algo maravilloso que les encantará conocer a nuestro lado y descubrir juntos, sin imponer actividades tediosas que no aportan nada positivo que no pueda aprenderse de otro modo, sin obligar a repetir una y otra vez lo mismo, sin imponer actividades por el simple autoritarismo de "soy mayor que tú y por tanto te obligaré a hacerlo". Estas últimas formas, en las que se basa nuestro sistema escolar, no tienen por objetivo que los niños obtengan conocimientos, ni mucho menos que desarrollen pasión por el aprendizaje, tienen por objetivo que aprendan una única cosa: a obedecer.  
 
La imitación:

Los seres humanos, como el resto de animales, aprenden por imitación. Sabemos que no podemos enseñar a un niño a hablar o a caminar, simplemente hablamos y caminamos a su alrededor y ellos solos, cuando su sistema nervioso ha madurado lo suficiente, aprenden a hacerlo por imitación.
Famosa es la frase humorística de: "haz lo que digo, no lo que hago". Proviene de este mismo hecho, podemos decirles una y mil veces a nuestros hijos que se laven los dientes, que coman sano o que lean, pero si nosotros no lo hacemos ellos no lo harán.
El factor de la imitación juega a nuestro favor, si somos capaces de mantener intactas la curiosidad y la pasión y ofrecemos a los pequeños un entorno estimulante donde nosotros mismos mostremos nuestro gusto por el conocimiento y les acompañemos en sus propios descubrimientos, ellos desarrollarán el mismo gusto por imitación.
 
Como adultos educados en este sistema obsoleto, también nosotros deberíamos trabajar en nuestras propias cualidades, pues nunca se deja de aprender si estamos abiertos a ello. Y, por supuesto, si queremos que nuestros hijos se apasionen por el conocimiento y lleguen a ser personas libres debemos ofrecerles un entorno rico, paciencia, cariño, ejemplo... y huir de sistemas nocivos que sólo sirven para dañar su autoestima y llevarles a odiar el aprendizaje, a verlo como una carga, como un mal trago por el que hay que pasar con el único objetivo de aprobar exámenes y conseguir títulos que les acrediten como esclavos de alto nivel.