martes, 28 de julio de 2015

Períodos sensibles

(Imagen extraída de: www.compartirmontessori.com)
María Montessori fue la primera en hablar de los períodos sensibles en el desarrollo de los niños y los dividió en en cinco básicos para los más pequeños. El de los períodos sensibles es un tema que ha sido ampliamente tratado en psicología y del que se han descrito muchos más a lo largo de la infancia y adolescencia, pero os voy a hablar de estos primeros cinco a modo de resumen:
Período sensible al orden:
Este primer período tiene como característica única que nunca finaliza, pues mantiene su importancia durante toda la etapa educativa.
Se caracteriza por la necesidad de los pequeños, desde su nacimiento, de encontrar un orden en su ambiente (tanto físico como afectivo y emocional) que les permita conocer y reconocer su entorno de forma que puedan aprehender el mundo que les rodea desde la tranquilidad de tener una "base conocida" en la que refugiarse.
Período sensible al equilibrio:
A pesar de su denominación, relacionada con el hecho de que es en este período cuando dan sus primeros pasos, es un período puramente sensorial, abarca la experimentación con todos sus sentidos del mundo que les rodea, primero dentro del espacio ya conocido y más tarde en nuevos lugares.
Es obvio que los sentidos son la vía a través de la cual nos conectamos con el mundo que nos rodea durante toda la vida, sin embargo, durante los primeros años de vida la experimentación sensorial adquiere una especial relevancia, pues no habiendo desarrollado aún el lenguaje ni las habilidades sociales más complejas, la mayor parte del conocimiento se adquiere interactuando con el ambiente a través de nuestros sentidos. Además, una gran variedad de estímulos sensoriales en la primera infancia entrenan nuestros sentidos, afinándolos y modulándolos, y amplían nuestra visión del mundo.
Es también durante este período que aparece el interés por los objetos pequeños y por los detalles que pasan desapercibidos a los adultos. Mientras que los adultos ya conocemos la inmensa mayoría de estímulos de nuestro entorno para los niños pequeños todos son nuevos y es por ello que estudian los detalles de cada objeto, animal, planta o persona que encuentran en su camino; de este modo interiorizan las características de los distintos items y comienzan a categorizar y a inducir cualidades en objetos similares.
Período sensible al lenguaje:
El período durante el cual adquieren el lenguaje, experimentan con los sonidos, comienzan a comunicarse de una forma mucho más elaborada y a la par su mente se construye sobre la base que la lengua materna le aporta. Los significados connotativos y denotativos de la palabras crean constructos de pensamiento desde los que percibimos el mundo de un modo concreto y no de otro. La exposición a otras lenguas, distintas de la materna, durante este período, amplia miras, educa el oído y crea sinapsis neuronales que de otra manera no tendríamos.
Período sensible a la amistad o sociabilidad:
Se inicia con la pura observación de sus iguales, para más adelante comenzar con las interacciones. Durante este período se desarrolla la empatía, se aprenden las normas y usos sociales y comienza el disfrute por la compañía de sus pares. El juego es el motor que mueve toda interacción, que promueve el aprendizaje y que desarrolla la pasión por compartir nuestro espacio, nuestro tiempo, nuestras experiencias y sentimientos con los demás, como seres sociales que somos.
Si no he puesto edades concretas en las que deben producirse estos períodos sensibles es porque son variables en cada niño. Todos ellos se dan entre los 0 y los 6 años, mas si bien podemos definir aproximadamente el momento en el que comienza cada uno de dichos períodos, el final de los mismos se diluye a lo largo de la vida, llegando a afirmar que en parte no terminan nunca.

martes, 21 de julio de 2015

Historias de la educación I: Los celtas

(Imagen extraída de: www.riegalcyr.es)
 
Tenía en mente empezar esta pequeña serie de apuntes sobre cómo era la educación de los más pequeños en las distintas culturas de la antigüedad, y aprovechando los maravillosos días que hemos pasado en los Picos de Europa voy a comenzar por contaros cómo era la educación en el mundo celta, que para más inri es menos conocida que la de otras culturas como la griega o la romana:

La primera etapa de la vida, hasta los 6 o 7 años, la pasaban con sus padres, hermanos y familiares más cercanos. Viviendo como lo hacían en una estructura de clan cabe pensar que durante este tiempo su figura de apego principal (su madre) les acompañaba en todo momento, al principio porteados y amamantados a demanda, pegados al cuerpo materno las 24 horas, más adelante creciendo a su ritmo, dedicados al juego libre, relacionándose con otras figuras de apego -como son el padre, las tías, las abuelas- a medida que sus necesidades y capacidades se expandían, y por supuesto jugando constantemente con sus hermanos, primos y otros niños de la tribu.

Hacia los 6 o 7 años se producía algo singular: los pequeños solían ser enviados a vivir con una familia adoptiva. Como forma de mantener lazos fuertes entre las distintas familias que componían los clanes, era costumbre que los pequeños fuesen enviados a esa edad a vivir con hermanos de clan de sus padres que los criaban como propios. Se pretendía, además, abrir sus mentes siendo expuestos a las distintas experiencias educativas que suponían el vivir las peculiaridades de distintas familias. Simultáneamente comenzaba su educación en las escuelas druídicas. Los druidas, entre otras muchas funciones, cumplían la de educadores de los pequeños. Las clases se llevaban a cabo en claros del bosque y eran completamente orales: experimentación en el medio, dialéctica y memorización de poesías eran las bases de su sistema educativo.

Hacia los 13 ó 14 años se producía una disgregación: aquellos pequeños cuyas cualidades destacaban comenzaban su carrera druídica, mientras que el resto volvían a vivir con sus familias de origen y con sus progenitores aprendían oficios. 
En el caso de los futuros druidas, se iban a vivir a una comunidad especial, una escuela druídica (a menudo se ha mencionado la fama de la que se encontraba en el bosque de los Carnutos, en la Galia) donde su educación continuaba por numerosos años.

Como curiosidades cabe añadir que la sociedad celta era plenamente igualitaria y por ello niños y niñas eran educados de la misma forma, siendo el sexo de los druidas indistinto. Asimismo, es interesante mencionar que, a pesar de haber cocinado esta entrada en el norte de España, un dato bastante desconocido es que no existe prueba alguna de que existiesen druidas en el territorio celta ibérico, al parecer, si bien la religión era la misma, no había druidas en Hispania.
 

miércoles, 15 de julio de 2015

La verdadera historia de La Bella Durmiente (o Los príncipes eran mucho más chungos de lo que nos contaba Disney)

(Imagen extraída de: http://www.fotolog.com/isilelenanarion/17973385/)
 
 
 
Tras leer esta entrada de Pilar Martínez en Mujeres y Madres Magazine, puedo deciros que no sólo estoy totalmente de acuerdo, sino que en realidad los príncipes eran mucho más chungos de lo que nos cuenta Disney... Y para muestra, un botón, la verdadera historia de La Bella Durmiente:
 
Sol, Luna y Talía
 
Sucede que aquella princesilla que nació un día y a cuyo bautizo no invitaron al hada chunga se llamaba Talía, que no Aurora, por lo demás todo comienza más o menos igual: el hada se enfada y la maldice, sus padres no la mandan a vivir con otras hadas buenas sino que hacen quemar todas las ruecas del reino y se quedan con su niña, pero para su decimosexto cumpleaños Maléfica (que aún no llevaba ese nombre) hace aparecer mágicamente una con la que se pincha, fail de los padres no pensar en la magia.
 
Total, que como tumba le dejan un castillo entero porque no creen que se vaya a despertar y se mudan a huir de los tristes recuerdos... y hete aquí que un día pasa por allí un príncipe necrófilo y la viola.
 
Pasados nueve meses, Talía que no está realmente muerta sino hechizada, da a luz a unos mellizos: Sol y Luna, y es cuando su hijo recién nacido repta hasta su pecho y mama de él que recibe su primer beso de amor verdadero y despierta. Y se queda a vivir ella sola con sus mellizos en su castillo, desconozco por qué no contacta a sus padres ni a nadie (?)
 
Pero no acaba aquí la cosa, el necrófilo un día se acuerda de ese cadaver tan mono que violó y decide repetir la hazaña, por lo que se presenta allí y se la encuentra vivita, coleando y con dos churrumbeles, le cuenta que son suyos y Talía, que es boba (ya lo hemos visto cuando se despierta y ahí se queda sin ton ni son) se enamora de él. Pero como el príncipe es un dechado de virtudes no sólo viola cadáveres sino que también es infiel, pues está casado con una ogra antropófaga, así que inician una relación de amantes.
 
Un buen día la ogra se entera de los cuernos que lleva y como venganza manda apresar a Sol y a Luna, le dice a su cocinero que los prepare en un guiso y se lo sirve al marido. Al acabar de comer le dice "que sepas que te acabas de comer, aquí mano a mano conmigo, a tus bastardos", a lo que el cocinero salta diciendo que no, que cocinó dos cerdos y escondió a los niños en la despensa. El príncipe mata a la ogra, se casa con Talía y aparentemente son felices para siempre con sus mellizos. No hay datos de si abandona la infidelidad necrófila o la sigue poniendo en práctica periodicamente, que ya se sabe que la cabra tira al monte...
 
 

domingo, 12 de julio de 2015

El tiempo de los niños. Algunas reflexiones.

(Imagen extraída de: www.todoparacrear.com.mx)
 
 
Hablando del tiempo de los niños podemos tratar varios puntos igualmente interesantes:
 
El respeto a sus tiempos
 
Cada niño tiene un desarrollo único. Si bien conocemos los patrones generales de desarrollo de los pequeños (no puedo sino recomendaros leer a Piaget) y es importante estar informado de las señales de alarma, es decir, el momento en el que la adquisición de una habilidad realmente se está retrasando demasiado, por lo que sería conveniente valorar el caso particular con el fin de ayudarle con sus dificultades concretas, no debemos dejar de lado que cada niño tiene su propio tiempo, unos caminarán con 9 meses y otros con 17, unos dibujarán caras a los 2 años y otros lo harán a los 3... y es importante respetar y acompañar ese ritmo único de nuestros hijos y educandos en todo, pero máxime en cuestiones puramente madurativas como dejar el pañal, el gateo o la maduración del sueño. Hay cosas que no se enseñan, simplemente se adquieren cuando el sistema nervioso ha madurado lo suficiente. Y para aquello que sí se "enseña", debemos recordar que en realidad no somos nosotros quienes enseñamos, sino los pequeños quienes aprenden, por lo que nuestra función es la de guías y acompañantes que muestran el camino, pero no pretenden andarlo en su lugar.
 
Su percepción temporal
 
Para nosotros los adultos el tiempo vuela, estamos organizando nuestra agenda para septiembre y antes de que nos demos cuenta nos encontramos comprando los regalos de navidad, a menudo sentimos que el arena del reloj se nos escapa entre los dedos inexorablemente... Mas para los niños el tiempo se arrastra, y esto es a la vez una bendición y una condena. Sus alegrías son exponenciales, pero sus tristezas son asfixiantes, pues sienten que duran cien años, y el aburrimiento ¡ah, el aburrimiento! Puede ser la mayor fuente de creatividad si es natural y proviene del sosiego, o ser un nudo que ahorca cuando lo encuentran encerrados en un aula que les exige que centren y mantengan su atención en algo que está a años luz de sus verdaderos intereses y pasiones.
 
Su "propio tiempo"
 
Su tiempo de juego, de descubrimiento, de interrelación... El tiempo de los niños, de cada niño, creado y gestionado por sí mismo, a solas o compartido. ¡Es tan importante y lo olvidamos tan a menudo! María Montessori decía que cuando los niños estaban jugando estaban en realidad trabajando, y lo hacía para que los adultos pudieran entender la importancia del juego libre. Cuando un bebé deja caer un objeto una y otra vez está aprehendiendo la gravedad, cuando un niño pequeño se concentra durante largo rato en jugar con el agua está comprendiendo el elemento líquido (por más que enguarrine), cuando un grupo de niños juegan a las casitas o los médicos están ensayando para su vida adulta. Es vital que respetemos el juego libre de nuestros pequeños y que les ofrezcamos, precisamente, el mayor tiempo posible para desarrollarlo, pues es uno de los mayores regalos que podemos ofrecerles.
 
El tiempo de los niños, no lo dejemos nunca de lado por más que nuestras agendas nos aprieten, si algo tenemos que hacer es aprender de él, buscarlo allá donde lo dejáramos al crecer y recuperarlo, pues nunca debiéramos dejar de ser niños, al menos en nuestros corazones.

viernes, 10 de julio de 2015

Historias de los Nursery Rhymes I: Mary, Mary, quite contrary

(Imagen extraída de: www.crafthubs.com)
"Mary, Mary, quite contrary" es uno de los famosos Nursery Rhymes, canciones tradicionales anglosajonas que todos los niños cantan y bailan. Sus versos, que podéis leer en la imagen, son aparentemente inocentes: hablan sobre cómo crece el jardín de Mary, con bellas flores, sin embargo este texto encierra una oscura historia...

La Mary de la canción no es otra que María Tudor o Bloody Mary. Hija de Enrique VIII y Catalina de Aragón, María intentó romper relaciones con la Iglesia Anglicana y retornar al catolicismo; en este intento, ordenó perseguir y dar muerte a miles de protestantes, desatando un "reinado del terror" que le valió el ser recordada con el nefasto título de Bloody Mary.
Así, en la canción que nos ocupa, las silver bells o campanillas de plata no son flores, sino garrotes viles, las cockle shells no son ningún tipo de orquídea, sino instrumentos de tortura genital, y las pretty maids in a row son las filas de condenados esperando su ejecución en la guillotina, y es que el jardín que crece no es ni más ni menos que un cementerio...
Común es y siempre ha sido en tiempos de censura el hablar poéticamente de aquello que nos está vedado mentar. Agradezcamos, pues, la belleza infantil de los versos, más como adultos no dejemos de recordar que conllevan un mensaje más profundo; y hagamos de ello un ejercicio, buceemos siempre en la historia de las distintas informaciones que recibimos, pues no hay nada más bello ni más importante que el conocimiento.

Let's Play! Playgroup en Madrid

(Imágen extraída de: spanish.alibaba.com)




Durante los primeros años de vida, el cerebro humano es totalmente plástico y está abierto a todos los estímulos que recibe, es con la edad, al ir adquiriendo patrones, cuando comienza a absorber la información de forma parcial, descartando los estímulos que no considera importantes según el esquema del mundo que ha desarrollado en la primera infancia.
Desde el punto de vista de la lingüística, alrededor de los 10 años se produce lo que denominamos el “período crítico”, momento a partir del cual la adquisición de nuevos fonemas se dificulta enormemente; es por esta razón que la exposición a otras lenguas distintas de la materna es de gran importancia durante los primeros años de vida, máxime en un mundo globalizado como el de hoy día.
La exposición a distintas lenguas durante estos primeros años de vida tiene múltiples beneficios: no sólo permite la adquisición de la fonética de la segunda lengua, permitiendo así que cuando el aprendizaje sistemático se lleve a cabo en edades posteriores el acento sea cercano al de un nativo, sino que ayuda a los pequeños a interiorizar la gramática y funcionamiento de la lengua de forma natural, como lo hacen con la materna. Asimismo, dicha exposición aumenta las conexiones neuronales y la plasticidad del cerebro, influyendo positivamente en las capacidades generales de aprendizaje.
Subdividido en dos grupos de edad:
De 6 a 36 meses:
El hilo conductor del taller será la música y la rima: los Nursery Rhymes. Los pequeños disfrutarán, acompañados de su adulto de referencia, de un espacio de juego que les ofrecerá estímulos adecuados a su edad, inmersos en la lengua inglesa. Se les ofrecerán juegos y juguetes que despierten su interés para que puedan interactuar con ellos, siempre en la medida en que ellos mismos lo deseen, mientras se introduce vocabulario de forma natural.


De 3 a 6 años:
Al igual que con los más peques, la música y la rima como forma de contacto con la lengua inglesa cobrarán un papel principal a través de los Nursery Rhymes. Asimismo, desarrollaremos distintas actividades de juego sensorial, de lectura de cuentos tradicionales ingleses o actividades temáticas que ayuden a ampliar vocabulario jugando. Las actividades siempre serán propuestas, nunca forzadas, decidiendo los pequeños si quieren participar activamente del juego, pues para que el aprendizaje sea auténtico es necesario que sea deseado y gratificante, una experiencia significativa. Los niños podrán decidir si prefieren disfrutar de este rato de juego acompañados por un adulto o como momento entre niños.
Duración de los talleres: 45 minutos.
Precio: 50€ al mes. Talleres sueltos: 12€
  

Si estás interesado en recibir más información sobre estos talleres, dónde y cuándo se realizarán (a partir de septiembre), visita nuestra web en www.kairosludus.com o escríbeme a info@kairosludus.com

jueves, 2 de julio de 2015

Aprendemos a través de nuestros sentidos

  (Imagen extraída de: thetokishcorner.blogspot.com)



Nuestros sentidos, los cinco externos y más conocidos que vemos en la imagen de arriba así como los dos internos: propioceptivo y vestibular, son nuestra conexión con el mundo que nos rodea.
Y sin embargo, al hablar de enseñanza o de aprendizaje dichos sentidos son a menudo los grandes olvidados. Si es tan sólo a través de nuestros sentidos como podemos conectarnos con la realidad que nos rodea, es a través de ellos que conseguiremos conocer todo aquello que deseemos.

Cuando los bebés nacen todos sus sentidos están muy poco desarrollados, pero entre ellos destacan el tacto y el olfato, que son aquellos que les permiten relacionarse con su madre y acceder a la alimentación a través del pecho.
Con el paso de los meses y los años los sentidos de los pequeños se van afinando, descubriéndoles un nuevo y apasionante mundo de colores, sonidos, olores, sabores, texturas y movimientos.
La dieta sensorial durante la primera infancia tiene tanta importancia como la alimenticia, la exposición a distintos estímulos va conformando la cosmovisión de los niños: una canción, el balanceo al ser mecidos, los sabores y olores, los colores y las texturas les adentran en el placer de descubrir el universo que les rodea.
Y tan importante es ser estimulados como no ser sobreestimulados, de una adecuada aproximación sensorial a la vida nace la pasión por la misma. Además, siempre hemos de tener en cuenta que no existen dos seres humanos iguales, lo que para un peque puede ser placentero para otro puede resultar tremendamente sobreestimulante y ninguno de ellos tiene "razón" ni deja de tenerla, su percepciones son distintas y nuestro papel como padres y educadores es adaptarnos a ellas.

Tengamos también en cuenta que los nuevos conocimientos se fijan en el cerebro a través de nuestros sentidos, cuantos más sentidos entren en juego al conocer una nueva realidad mayor será nuestra aprehensión de la misma. Por ejemplo: si conocemos por primera vez en nuestra vida lo que es un perro a través de una imágen en una tarjeta nuestro concepto del mismo será difuso, sin embargo si vemos a un verdadero perro, lo acariciamos y sentimos la suavidad de su pelaje, olfateamos su lomo, nos lame la mano, le oímos ladrar, le vemos mover la cola, etc. viviremos una experiencia completa y placentera, descubriremos una realidad que no olvidaremos nunca. 

Obviamente hay conceptos que no son tangibles y objetos a los que no tenemos un fácil acceso, pero aún así cuantos más sentidos entren en juego en el proceso de aprendizaje mayor será nuestra visión y comprensión y más profunda la huella que dejará en nuestra memoria. 

Presentación

  (Imagen extraída de: https://tiopericostasca.files.wordpress.com/)



¡Bienvenidos al blog de Kairós Ludus!

En esta primera entrada me gustaría explicar el porqué de este nombre y no otro, así que allá vamos ¿qué significa Kairós Ludus?

Kairós es un término griego que significa "el momento adecuado u oportuno", mientras que Ludus es un vocablo latino que designaba a los primeros años de escuela (de los 7 a los 12), así como otras formas de enseñanza -el famoso Ludus Magnus donde se entrenaban los gladiadores- y englobaba también el significado de juego; esta palabra polisémica abarca pues varios sentidos que van, o deberían ir, unidos: juego, entrenamiento, aprendizaje, actividad y exploración física...

Así pues, con estos dos términos pretendo englobar el concepto de educación tal y como yo lo entiendo: aprendizaje a través del juego, de la experimentación, del disfrute y del movimiento en el momento oportuno, es decir, respetando el desarrollo único y personal de cada peque, que se manifestará a través de sus intereses, pasiones y habilidades.

Pero no sólo se educan los niños, nosotros los adultos también vivimos en un continuo camino de aprendizaje y re-educación del que espero que podamos disfrutar juntos.

¡Naveguemos, pues, los mares del conocimiento!