(Imagen extraída de: www.compartirmontessori.com)
María Montessori fue la primera en hablar de los períodos sensibles en el desarrollo de los niños y los dividió en en cinco básicos para los más pequeños. El de los períodos sensibles es un tema que ha sido ampliamente tratado en psicología y del que se han descrito muchos más a lo largo de la infancia y adolescencia, pero os voy a hablar de estos primeros cinco a modo de resumen:
Período sensible al orden:
Este primer período tiene como característica única que nunca finaliza, pues mantiene su importancia durante toda la etapa educativa.
Se caracteriza por la necesidad de los pequeños, desde su nacimiento, de encontrar un orden en su ambiente (tanto físico como afectivo y emocional) que les permita conocer y reconocer su entorno de forma que puedan aprehender el mundo que les rodea desde la tranquilidad de tener una "base conocida" en la que refugiarse.
Período sensible al equilibrio:
A pesar de su denominación, relacionada con el hecho de que es en este período cuando dan sus primeros pasos, es un período puramente sensorial, abarca la experimentación con todos sus sentidos del mundo que les rodea, primero dentro del espacio ya conocido y más tarde en nuevos lugares.
Es obvio que los sentidos son la vía a través de la cual nos conectamos con el mundo que nos rodea durante toda la vida, sin embargo, durante los primeros años de vida la experimentación sensorial adquiere una especial relevancia, pues no habiendo desarrollado aún el lenguaje ni las habilidades sociales más complejas, la mayor parte del conocimiento se adquiere interactuando con el ambiente a través de nuestros sentidos. Además, una gran variedad de estímulos sensoriales en la primera infancia entrenan nuestros sentidos, afinándolos y modulándolos, y amplían nuestra visión del mundo.
Es también durante este período que aparece el interés por los objetos pequeños y por los detalles que pasan desapercibidos a los adultos. Mientras que los adultos ya conocemos la inmensa mayoría de estímulos de nuestro entorno para los niños pequeños todos son nuevos y es por ello que estudian los detalles de cada objeto, animal, planta o persona que encuentran en su camino; de este modo interiorizan las características de los distintos items y comienzan a categorizar y a inducir cualidades en objetos similares.
Período sensible al lenguaje:
El período durante el cual adquieren el lenguaje, experimentan con los sonidos, comienzan a comunicarse de una forma mucho más elaborada y a la par su mente se construye sobre la base que la lengua materna le aporta. Los significados connotativos y denotativos de la palabras crean constructos de pensamiento desde los que percibimos el mundo de un modo concreto y no de otro. La exposición a otras lenguas, distintas de la materna, durante este período, amplia miras, educa el oído y crea sinapsis neuronales que de otra manera no tendríamos.
Período sensible a la amistad o sociabilidad:
Se inicia con la pura observación de sus iguales, para más adelante comenzar con las interacciones. Durante este período se desarrolla la empatía, se aprenden las normas y usos sociales y comienza el disfrute por la compañía de sus pares. El juego es el motor que mueve toda interacción, que promueve el aprendizaje y que desarrolla la pasión por compartir nuestro espacio, nuestro tiempo, nuestras experiencias y sentimientos con los demás, como seres sociales que somos.
Si no he puesto edades concretas en las que deben producirse estos períodos sensibles es porque son variables en cada niño. Todos ellos se dan entre los 0 y los 6 años, mas si bien podemos definir aproximadamente el momento en el que comienza cada uno de dichos períodos, el final de los mismos se diluye a lo largo de la vida, llegando a afirmar que en parte no terminan nunca.